Esta enfermedad es una de las principales causas de muerte entre los adultos mayores. Los niños menores de dos años, también son muy vulnerables.
En los tiempos actuales, la neumonía se ha convertido en un serio problema de salud pública a nivel mundial y es una de las principales causas de muerte en adultos mayores. En Argentina, por ejemplo, cada año mueren cerca de 20 mil personas mayores de 50 años por causa de neumonías previsibles. Y sólo una pequeña parte de la población (entre el 10 y el 20 %) con indicación de inmunización se vacuna. Para las personas mayores de 65 años, estudios en curso en tres países de la región (incluida Argentina), indicarían además que la mortalidad por neumonía estimada hasta ahora en un 10% podría superar ese número y rondaría una cifra superior al 17%. Estos estudios también revelan que, entre aquellos que requieren hospitalización, la mortalidad alcanzaría al 40%. Por lo tanto, en el marco de la Semana de la Neumonía, que se conmemora del 5 al 11 de noviembre, los especialistas insisten en la necesidad de reconocer el impacto que esta enfermedad representa en materia de salud pública.
De acuerdo con lo indicado por el doctor Daniel Stamboulian, médico infectólogo y presidente de la Fundación del Centro de Estudios Infectológicos (FUNCEI), entre la población vulnerable se encuentran no sólo los niños sino los adultos mayores, sobre todo personas con factores de riesgo.”Entre los grupos de riesgo están los chicos menores de dos años, pero también los adultos mayores de 65, y las personas que padecen alguna enfermedad pulmonar crónica, enfermedad cardiovascular, cáncer, insuficiencia renal crónica, infección por VIH-sida, y trasplante de médula ósea, entre otras. La población vulnerable incluye además a los pacientes, a quienes les funciona mal el bazo o directamente carecen del mismo, las personas inmunocomprometidas por corticoides, personas con diabetes, con trastornos vinculados con el alcohol y los fumadores”, sostuvo el especialista.
¿Qué es?
Es una infección del pulmón caracterizada por la multiplicación de microorganismos en el interior de los alvéolos, lo que provoca una inflamación con daño pulmonar. La reacción inflamatoria produce una ocupación de los alvéolos que puede visualizarse en una radiografía de tórax.
“El 20% de las neumonías en general requiere hospitalización. La mortalidad a causa de la neumonía se encuentra en el orden del 10%, pero en aquellos pacientes que requieren hospitalización, la mortalidad puede llegar al 40%
Los principales signos que pueden estar indicando la presencia de una neumonía son:
- Tos (muchas veces con expectoración),
- Fiebre (leve o alta),
- Escalofríos (con temblores y dificultades para respirar),
- Dolor de cabeza,
- Falta de apetito,
- Fatiga,
- Malestar general,
- Dolor en el pecho que empeora al respirar o toser,
- y, sobre todo en personas de mayor edad, síntomas de confusión.
Prevención
Hay pocas medidas para evitar la aparición de una neumonía. En raras ocasiones se adquiere por un contagio de otra persona y las más frecuentes se originan por gérmenes que habitan en nuestras vías respiratorias. Puesto que muchas de las neumonías comienzan tras un proceso viral o gripal, la vacunación anual antigripal es recomendable en las personas que pertenecen a grupos de riesgo. Asimismo, la vacuna antineumocócica evita la aparición de neumonías con bacteriemia causadas por neumococo.
“Para los menores de dos años, la vacunación contra el neumococo está incluida en el calendario, pero en los adultos hay una mala cobertura de vacunación, estimada en alrededor del 10 %. Lo que ocurre es que, si no tienen un compromiso de salud severo, la inmunización está puesta como campaña en forma conjunta con la antigripal, se la ofrece al momento de vacunarse contra la gripe, pero no es obligatoria”, señaló el doctor Stamboulian.
Las personas que padecen asma, bronquitis crónica o bronquiectasias, deben iniciar tratamiento antibiótico precoz cuando aparecen síntomas de infección respiratoria. Sin embargo, esto no justifica la utilización de antibióticos de manera indiscriminada porque la mayoría de las infecciones respiratorias de vías altas son causadas por virus que no precisan, ni mejoran con tratamiento antibiótico.
Otras recomendaciones que pueden ayudar a prevenir la aparición de una neumonía son la abstención de fumar, reducir el consumo de alcohol y mejorar los hábitos higiénicos de limpieza oral y dental.
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